Cuando una persona está por partir de este mundo, cualquiera sea la edad y condición económica, se da cuenta que nada de lo que pudo haber logrado sobre esta tierra va a continuar en su poder.

Es muy interesante la acotación que hace Steve Jobs frente a su inminente cita con la muerte: «Podrás contratar a alguien para conducir tu coche, pero no podrás contratar a nadie para que lleve tu enfermedad«.

Si bien es cierto que debido al pecado todos vamos a llevar nuestra enfermedad hasta morir, hay una vida que vino a traernos Jesucristo que trasciende esta vida terrenal.

Él dijo: «…yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.» (Juan 10:10)

Esta es la vida que trasciende; Él se hizo cargo de nuestros pecados y enfermedades en la cruz. Y un día esta vida nueva espiritual que gozamos aquí, tendrá un cuerpo nuevo incorruptible.

Para los que creemos en esto, al morir aquí se «cierra el telón«, pero se abre una puerta enorme en el cielo donde podremos disfrutar en la presencia de nuestro Salvador.

¿Y vos? ¿Tenés esta seguridad?

Acerca del Autor

Raquel Vázquez
Arquitecta |  + posts