Siempre que empezamos un nuevo año, tenemos la sensación de tener frente a nosotros la oportunidad de cambiar algunas cosas que no anduvieron bien y comenzar o continuar  esforzándonos en aquellas cosas que son buenas.

Frente a un nuevo año entonces hacemos un balance de lo vivido. Pensamos en este año 2020 tan particular, ¡cuántos proyectos seguramente quedaron truncos!

Pero hoy vamos a rescatar tres cosas que hemos entendido y que creo debemos considerar en el 2021.

1) Primeramente que Dios es Soberano y puede con un simple virus trastocar el funcionamiento y planes de todo el mundo, no solamente de los países subdesarrollados sino de todos, aun aquellos países que cuentan con una infraestructura más completa.

Dependemos enteramente de Él, nuestra vida es breve y puede ser más breve de lo que nosotras pensamos. Por eso decimos como el salmista: «Enséñanos a entender la brevedad de la vida para que crezcamos en sabiduría» Salmos 90:12 (NTV).

2) Dios quiere mostrar que hay una vida espiritual que es más importante que nuestra vida pasajera en este mundo, porque es verdadera y eterna.

Debemos buscarla y ocuparnos de ella, dice Mateo 6:33 (NTV): «Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y Él les dará todo lo que necesiten».

Entonces el afán y la ansiedad por nuestro futuro deberán desaparecer porque «nuestro Padre sabe que tenemos necesidad de esas cosas».

3) La vida abundante se vive teniendo a Cristo en el corazón. Él vino para darnos vida y vida en abundancia. Esta vida se puede gozar en medio de la peor pandemia, porque no consiste en la abundancia de bienes, dinero o salud, sino en la paz que tenemos al haber arreglado nuestras cuentas con Dios, la fortaleza que recibimos de sus promesas y la guía que obtenemos de sus consejos.

Por ello empezaremos si Dios lo permite, un nuevo año, que va a ser seguramente maravilloso si no nos soltamos de las manos cariñosas de nuestro Señor.

Un abrazo virtual para todas.

Acerca del Autor

Raquel Vázquez
Arquitecta | + posts