Querida Florencia,

¡Qué hermosas son las vacaciones!  seguro saliste algunos días con la familia, o fuiste a algún campamento, o están paseando por las sierras algún fin de semana.

De todas maneras deseo que estés descansando, porque lo cierto es que el descanso puede conseguirse aún si uno no puede salir a veranear.

Esta mañana leí nuevamente Mateo 11:28, que dice “venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar.”

El Señor habló a mi alma en una forma muy especial. Me di cuenta de que mi comunión íntima con el Señor es la que me da descanso.

Junto a nosotros en nuestra intimidad está el Todopoderoso, El se ocupará de aquellas cosas que nos preocupan.

Tal vez necesitemos en estas vacaciones dormir un poco para recuperar fuerzas físicas. Pero estoy segura de que el agobio mayor muchas veces no es físico, sino por las cargas de los contratiempos de esta vida.

Para esto entonces, el lugar de descanso está en nuestra comunión o relación estrecha en oración y meditación de su Palabra. Esperar en El es el mayor descanso.

Tal vez cuando las obligaciones seculares disminuyan un poco, podamos reflexionar mejor y renovar nuestra comunión con El.

Dios quiera que aunque salgas a otro lugar, o te quedes en casa, descanses plenamente y empieces las actividades del año con todo el vigor que nos da Cristo.

¡Un beso grandote!

Tu tía Adela