En estos días estuve meditando en lo que nos sucede a los hijos de Dios cuando entramos en su familia. No es una familia como la que tenemos aquí en la tierra, que aunque tengamos la gracia de tenerla, siempre será con falencias.

La familia de Dios tiene un Padre perfecto y el plan para el día de la redención total de nuestros cuerpos es que nosotros también seamos como Cristo, sin pecado.

Parece una meta inalcanzable, pero solo es posible por la vida de Dios, su Espíritu Santo viviendo en nosotros.

En el período de santificación y crecimiento en la imagen de Cristo que nos toca vivir aquí, la vida de fe es una aventura maravillosa. No sabemos con qué nos va a sorprender el Señor, qué servicio tenemos por delante o qué dificultades se nos presentarán por el camino, pero si estamos firmes, apegados a Él y a sus propósitos, transitaremos cada episodio como una aventura de fe, porque sabemos que todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios.

Y amar a Dios como al prójimo no es una simple declaración, sino acciones prácticas. Si amo a Dios, procuraré encontrarme con Él para meditar, escuchar su voz, orar y comenzar el día en sintonía con su voluntad.

Si le amo, voy a servirle en lo que me muestre que puedo hacer para su reino y aprovecharé las circunstancias que se me presentan.

Si le amo, encontrarme con mis hermanos, aunque sea en forma virtual como se da en estos tiempos, será un anhelo y un gozo.

Si le amo, consideraré que las cosas que Él permite en mi vida son para ayudarme a tener cada día más de Cristo.

El apóstol Pablo decía que se gozaba aun en las dificultades, enfermedades, angustias, persecuciones. Porque cuando era débil entonces era fuerte en Dios.

Las dificultades nos ayudan a sepultar nuestro yo para dar lugar a que su Espíritu domine nuestra vida, y ver las cosas con la mirada con la que Dios ve.

Si miramos con los ojos de Dios y no con el pesimismo de nuestra naturaleza carnal, será posible disfrutar de esta vida hasta que lleguemos al cielo.

Abrazos virtuales para todos.

Acerca del Autor

Raquel Vázquez
Arquitecta | + posts