Hoy voy a compartir el mensaje de alguien que fue un muy conocido evangelista, Billy Graham. Lo que voy a leer es parte de un artículo que escribió en la revista Decisión en Diciembre de 1980, pero sigue teniendo vigencia.

El artículo se titulaba: «¿Cabe Dios en la Navidad?», y comenzaba así:《¿Cabe Dios en la Navidad? Un amigo mío me contó una vez que su hijita miró el árbol de Navidad cargado de juguetes, y preguntó: «¿Adónde cabe Dios en todo esto? En Mateo 1 la Escritura dice: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un niño, y llamarás su nombre Emanuel que traducido es Dios con nosotros». Dios ahora está entre nosotros, ese nombre Emanuel, significa que Dios vino en la persona de Jesucristo para estar entre nosotros.

Dios se hizo visible. Dios vino a la tierra. Dios se dio a conocer. Ahora sabemos cómo es Él. Ahora sabemos lo que Dios siente acerca de nosotros. Ahora sabemos cuánto Dios nos ama y qué sacrificio hizo su Hijo en la cruz para demostrarnos ese amor.

El Señor Jesucristo vino para regocijarse con nosotros. Vino para compartir el pesar  y los dolores y las heridas que nos abaten. Cuando Dios demostró que «el  Verbo habitó entre nosotros», de hecho nos estaba diciendo a ti y a mí: «Mi nombre es Emanuel. Yo quiero vivir contigo. No voy a vivir aislado de ti. No te voy a abandonar, no te dejaré huérfano. Yo te amaré con amor eterno. Yo estaré junto a ti, guiándote, fortaleciéndote, y confortándote.».

Y la prueba es la señal de un niño nacido en Belén, y de un Salvador que muere en la cruz y se levanta de la tumba. ¡Qué maravilloso es saber que Cristo puede habitar en nuestros corazones por la fe, ahora mismo!

Cuando Dios dijo que había venido para habitar con nosotros y en nosotros, quería decir que venía para compartir todas las experiencias de la vida. Cuando lloramos, Él llora con nosotros. Cuando luchamos, Él lo hace también. Cuando nuestros corazones se rompen por la decepción, su corazón se destroza también. Cuando sufrimos dolor, su corazón también lo siente. Cuando nos alegramos, Él también se regocija. Él vive nuestras vidas con nosotros.

¡Qué maravilloso que el Dios poderoso de los cielos se identificara completamente con nosotros! Así es de real y cercano Dios con nosotros ahora mismo.

Su venida a la tierra añadió importancia al mundo, trajo nuevos valores morales y un nuevo sentido de la ética. Él nos asignó un nuevo valor a ti y a mí. Jesús nos dijo, y lo probó, que Dios estaba interesado en nosotros y en nuestros problemas, dificultades, desafíos y oportunidades. Él santifica a quienes lo reconocen como Señor y Salvador. Y un día conoceremos la perfección de la justicia cuando estemos en su presencia.

El significado de la Navidad es que Dios ha venido en Cristo, su Hijo, para redimir a cada uno que crea en Él. Él fue humano como nosotros, y así comprende nuestras necesidades. Él nos da un ejemplo de amor y de obediencia.

Dios habitó entre nosotros para morir por nosotros y para resucitar. Él está vivo y nos da la esperanza del regreso del Señor Jesucristo. Jesús vivió, murió y resucitó porque nos amaba a cada uno de nosotros.》

El artículo termina apelando a todos  de esta manera: «En esta Navidad yo te pregunto: ¿Es real Cristo para ti? ¿Vive Él de veras en tu corazón? ¿Mora Él en tu vida? Permite que Él nazca en tu corazón hoy mismo.».

¡Un abrazo virtual y Feliz Navidad para todos!

Acerca del Autor

Raquel Vázquez
Arquitecta | + posts