Han pasado ya muchos días y seguramente vos como todos, estamos ya cansados de ésta situación, no es cierto querida amiga?. Pero te quiero dar una buena noticia que yo he experimentado y es muy cierta. Se refiere a una promesa que nos hizo Jesús. El dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso”Mt.11:28, otra versión dice: “trabajados y cargados”. Te sientes muchas veces así?
Es muy bueno saber que hay alguien que puede ocuparse de aquello que nos preocupa, y mucho más si ésta persona es Dios y tiene realmente todo el poder para hacernos descansar.
El nos dice que la carga que más pesa sobre nosotras es el pecado, debemos entender que nuestra primer relación con Jesús al venir a el, será nuestro arrepentimiento sincero por esa carga y el aceptarle a El como Salvador.
Esta es la parte más importante del descanso, cuando por Su sacrificio somos perdonadas, libradas de la condenación y nuestro corazón es limpiado. Pero hay un camino a recorrer y dificultades que sortear y allí necesitamos estar muy cerca de El y escuchar Su consejo para realmente descansar o confiar, aún en las peores circunstancias.
El texto de Mateo, luego dice: “Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues soy apacible y humilde de corazón y encontrarán descanso para su alma”Mt.11:29
El yugo era un madero o palo grueso que unía a dos animales, generalmente bueyes para el desarrollo de tareas especiales. Con ese yugo puesto, caminaban derechos juntos y eran guiados por el dueño.
El Señor Jesús usa éste ejemplo tan común en esa época, para explicarnos que necesitamos someternos voluntariamente a El, para que guíe nuestras vidas. Fíjense que el texto no dice, a aquellos que vienen a mí, yo les voy a poner un yugo, sino que pide que voluntariamente carguemos ese yugo, no nos obliga, y nos muestra que el mismo cuando estuvo en el mundo como perfecto hombre, no dejó de sujetarse a su Padre celestial, fue apacible y humilde de corazón. Además nos dice que su yugo es suave y liviana su carga. Suave y liviana porque nuestra sujeción voluntaria será la respuesta de amor de un corazón agradecido al gran amor de Dios, que nos salvó y quiere guiarnos y darnos descanso cuando obedecemos confiadamente Su consejo. Mi abrazo virtual para todas.
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