“Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad.” (Salmos 60:4)
Todos tenemos bellos sentimientos hacia nuestra Bandera Nacional, es el símbolo de la Patria terrenal. Sin embargo, hoy me conmueve profundamente la Bandera de nuestra Patria Celestial.
En Éxodo 17:8-15 está el significado de uno de los nombres de Dios. Al salir de Egipto el pueblo de Israel enfrentó una batalla, la cual ganó; en ese momento Dios se presentó como Bandera.
Moisés levantó un altar en agradecimiento a Jehová por haberle dado la conquista. Dios, “YO SOY EL QUE SOY”, se reveló aquí como JEHOVÁ-NISI, que significa «mi estandarte, mi BANDERA, mi techo, mi protección y mi victoria”. Dios se aseguró de que su pueblo no cayera en la tentación de buscar ayuda en cualquier otro símbolo.
Por lo que ante la dificultad, no recurrimos a las obras de la carne; sino que como hijos de Dios levantamos nuestros ojos y manos al cielo; sabiendo que el verdadero socorro viene de Jehová.
Una vez que levantamos nuestras manos limpias a Dios se cumplirá la promesa escrita en Isaías 59:19: “Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, más el Espíritu de Jehová levantará BANDERA contra él”.
En consonancia, Isaías 11:10 describe a JESÚS como BANDERA, señal de triunfo que Dios mismo elevó; el enemigo no lo pudo derrotar. Él ya ganó, es nuestra torre fuerte, por tanto ¡su victoria es para siempre!
Esta noción es una herramienta poderosa por la que llegamos a otro nivel de percepción que visibiliza lo invisible, por lo tanto anuncia realidades bíblicas y espirituales de profunda orientación y posición en nuestras vidas.
La bandera muestra cuál es el centro de nuestro corazón. Manifiesta que nos encontramos bajo la autoridad de Dios. “Él me ha traído a la sala del banquete, y su bandera sobre mí es el amor” (Cantares 2:4)
Tomemos al Señor como nuestra bandera alta, en el cielo, todos los días, viviendo solamente para Él. ¡Conocer lo precioso de su santidad nos insta a no dejarnos vencer, a elevarnos y proclamar al universo completo Su Verdad!
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