En este tiempo de verano, tras un año agotador, se hace necesario unas vacaciones, un tiempo de reponer energías, de disfrutar del descanso, para poder enfrentar en mejores condiciones las dificultades de un próximo año .

Esta experiencia sin embargo, no logra el descanso completo, el verdadero… el reposo del alma.

La invitación que Jesús nos hace en Mateo 11:28… «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.»  adquiere entonces una primordial importancia.

Encontrar el descanso verdadero, el del alma, es tener paz con Dios. Dice la Biblia en Romanos 5:1 «Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.» Si aceptamos y confiamos en Cristo Jesús como único y suficiente Salvador personal, obtendremos descanso para nuestra alma.

Pero aún teniendo la salvación de nuestra alma muchas veces nos encontramos cargados y trabajados, sin disfrutar del descanso verdadero, olvidando lo que el Señor mismo promete: «Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.»

Pablo escribe en Filipenses que por nada estemos afanosos, sino que sean conocidas nuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias…y promete que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento guardará nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús, y en libro de 1ºPedro  se nos aconseja  que echemos toda nuestra ansiedad sobre el Señor, porque El tiene cuidado de nosotros.

Sería bueno que en este tiempo de vacaciones y de búsqueda de reposo, tengamos diariamente consciencia de la presencia de Dios caminando a nuestro lado, echando toda nuestra ansiedad sobre El, para encontrar y disfrutar del descanso verdadero de nuestra alma.

 

Acerca del Autor

+ posts