¡Pocas fotos me impactaron tanto como la que estamos viendo!
Un joven atleta ciego, corre atado a su entrenador, el cual lo acompaña, guía y alienta durante todo el camino.
El significado principal de la palabra griega agōnia es:
- Ejercicio gimnástico – entrenamiento deportivo.
- Lucha o combate por la victoria.
¡Agonía es dar el mayor esfuerzo!
En la antigüedad, los entrenadores les gritaban a sus deportistas: ¡Agonía! ¡Da tu mejor y máximo esfuerzo!
El combate (agonía) de Cristo en el huerto fue tan extremo, que su sudor era como grandes gotas de sangre. Él agonizó:
1) Por el horror de tener que convertirse en pecado por nosotros.
2) Por el desamparo de su Padre en el momento de mayor dolor, humillación y sufrimiento, mientras luchaba en soledad con los poderes de las tinieblas.
Al acercarnos a fin de año, pareciera que todas nuestras obligaciones y responsabilidades se multiplican, nos sentimos desbordados, agobiados y con tanta presión, ¡que quisiéramos desaparecer y escaparnos al infinito y más allá!
Pero qué alentador saber que nuestro querido Dios, al igual que el entrenador de la foto, no solo nos toma de la mano y corre a nuestro lado, sino que además, cuando percibe nuestro cansancio comienza a decirnos: ¡Agonía! ¡Da tu mejor esfuerzo! ¡Vamos!
No tengas miedo, porque yo estoy con vos; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano victoriosa. (Is. 41:10)
¡Abrazo grande!