LA ANCHURA

El amor divino que llegó a nosotros por medio de Jesús, quien vino aquí parasalvarnos, abarca a toda la humanidad.

 Dios había amado a su pueblo terrenal, Israel, y lo había sacado de la esclavitud de Egipto, pero su amor no podía confinarse a los estrechos límites de ese pueblo. Ya la voz profética declaraba; “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra” (Isaías 45:22). El amó al mundo entero. Cristo “por todos murió” y “se dio a sí mismo en rescate por todos”. Las buenas nuevas de la paz han sido proclamadas “a los que estaban lejos y a los que estaban cerca. Todas las distinciones entre razas, naciones y pueblos han sido anuladas; “la pared intermedia de separación” ha sido derribada.

 Todos los hombres se hallan colocados bajo la misma acusación de desobediencia, y todos están convidados a gozar de la misma misericordia y de la misma gracia. Es a Ud. a quien se dirige hoy el llamado del Salvador:”Venid a mí…” “Al que a mi viene, no le echo fuera”.

 No nos cansamos de repetir que ese amor que se ofrece a todos en su infinita anchura pide ser recibido. “Todo aquel” que cree recibe el amor divino:” el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones”(Romanos5:5). Pero el que lo menosprecia, ¿no se pone fuera de la anchura divina?¿No se provoca así “la ira venidera?

 

FUENTE:REVISTA ANTORCHA, Iglesia Evangélica Maranatha

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