Nuevamente hoy el templo se volvió a llenar de la música, los aplausos y las risas de nuestros niños.
Tanto ellos como las familias que pudimos participar disfrutan de una hermosa obrita preparada por los maestros: “Giuseppe el Pizzero”. Cuando finalizó la actividad, compartimos unas ricas pizzas y algodones de azúcar, pero también de un hermoso tiempo de reflexión acerca del amor de Dios. Un Padre que entregó a su único Hijo, Jesús, para darnos una salvación tan grande e inmerecida, solo por amor.
Deseamos que ese amor llene los corazones de todos los niños en este día, alcance las familias, y traiga la verdadera felicidad que solo Dios puede dar.
Jesús dijo: “…Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.» Mateo 19:14
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