«Porque el SEÑOR ES BUENO y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre…» Salmo 100:5

Rodolfo y Edith de Florit nos cuentan la historia de cómo Dios los llamó hace 32 años a comenzar la obra misionera de la Escuela Cristiana en Río Cuarto.

Pudieron ver la fidelidad de Dios guiando cada detalle, comenzando desde el garage de su casa, luego un colectivo, y finalmente la construcción de la escuela tan anhelada.

La Palabra de Dios ha sido dada a través de estos años en la escuela, especialmente en el amor práctico hacia cada uno de los niños.

Agradecen finalmente la compañía de todos los que han apoyado y sido parte de este ministerio, habiendo experimentado y estando convencidos de que Dios siempre es bueno.

 

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