Este último fin de semana estuvimos visitando a Natalí y Facundo Sarmiento junto a sus hijitos Caleb y Elías.
Nos recibieron con el cariño de siempre y en esta oportunidad pudimos acompañarles en la venta de locro que las mujeres organizaron para recaudar fondos para el templo.
Cuando llegamos al templo por un lado se estaba trabajando en la ampliación del edificio, y por el otro con todo entusiasmo un grupo de mujeres estaba preparando y fraccionando las porciones para repartir a los que se acercaban a comprar, y a los que habían encargado a domicilio.
Como queríamos ayudar en algo, acompañamos a la encargada de repartir locro a domicilio. En el camino esta señora compartió su testimonio de cómo había llegado al evangelio gracias a las audiciones radiales, y cómo había cambiado su vida desde ese entonces, con tanto entusiasmo que aunque hacía muy poquito asistía a las reuniones no desperdiciaba oportunidad de colaborar en lo que fuera, muy deseosa de aprender y crecer.
Se fueron acercando muchos vecinos al templo para comprar las porciones, y a todos se los invitó para la reunión del Domingo, que en este caso se realizaría en el patio de Natalí y Facundo.
Nos tuvimos que volver esa noche, pero al día siguiente nos compartieron que se llegaron más de 90 personas al patio de la casa de los Sarmiento, incluyendo la intendenta.
Evidentemente el Señor les está bendiciendo mucho, despertando el corazón de un pueblo muy duro, al evangelio de Cristo.
No dejemos de orar por Natalí y Facundo. También por la obra en Quilino, que se proyecta a una ampliación del templo que demandará mucho esfuerzo, y principalmente para que la obra de la extensión del evangelio siga creciendo y Dios confirme a los que creen.

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