Hemos comenzado un nuevo año…y nos preguntamos si Dios podrá seguir moldeándonos, cambiando aquellas cosas que nos detienen en nuestra vida espiritual o utilizando nuestra vida siendo tan imperfectos.

Las dudas a veces nos limitan haciéndonos creer que es demasiado difícil que el Señor haga maravillas en nuestra vida.

Erwin Lutzer en su libro “Cincelado por la mano del Maestro” pone un excelente ejemplo con la vida de Pedro, de como Dios puede cincelar la vida, iniciando con la materia prima y progresando hacia un producto más terminado.

Lutzer escribe que …“Algunos quieren hacernos creer que la naturaleza humana sólo puede ser modificada, no transformada…La vida de Pedro es un poderoso testimonio sobre la buena nueva de que una mano se ha extendido desde el cielo para darnos apoyo sobrenatural. No estamos limitados a los esfuerzos propios para llevar a cabo la transformación fundamental de nuestro carácter. Dios ha visitado este planeta, y debido a su gracia podemos ser diferentes.”

La historia cuenta de un pintor que vio a un mendigo cuya ropa estaba harapienta, su cabello desordenado y su rostro sucio, El artista decidió pintar al hombre como luciría si hubiera tenido la dignidad de un trabajo y un hogar.  Cuando le pidió al mendigo que viera el cuadro, este no se reconoció: ¿ese soy yo? Le preguntó. Si, le dijo el artista. Eso es lo que yo veo en usted. Por primera vez en muchos años, aquel hombre envejecido recibió esperanza y prometió: “por la gracia de Dios yo llegaré a ser la clase de hombre que usted ve en mi”

Que este año nos dejemos moldear por el Gran Maestro, quien solo puede hacer maravillas en nuestra vida.

 “…Y a Aquel (nuestro Dios) que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a Él sea la Gloria…Amén” (de Efesios 3 :20 y 21)

Acerca del Autor

+ posts