oEl apóstol Pablo dice: «Si tengo todos los dones espirituales, y si estoy involucrado en muchas actividades espirituales, y si conozco todo sobre las grandes verdades teológicas, pero no tengo amor, todo es inútil; no sirve de nada».

Ahora comenzando en el versículo 4 del capítulo 13, Pablo va a hablar acerca de las características de ese amor. «El amor es algo esplendoroso», solía decir una canción, y supongo que podría ser el título de este párrafo: «El amor es algo esplendoroso». Pablo habla acerca de 15 características diferentes del amor. Siete de ellas son negativas: El amor no…o el amor no es…y ocho de ellas son características positivas: así es como luce el amor; esto es lo que el amor hace.

Así como un diamante tiene muchas facetas, Pablo pone el diamante del amor contra la Luz. Él nos invita a acercar nuestra vida a la Luz para dejar que el Maestro joyero, el Maestro cortador, mire nuestras vidas y ponga nuestras vidas bajo una lupa.

Yo no sé ustedes, pero a mí no me gusta cuando hay fallas en mi vida. No quiero que nadie las vea. No quiero magnificar esos defectos, pero hace falta colocar la lupa de la Palabra de Dios sobre nuestras vidas para decir, «bien, ¿cuáles son las fallas? ¿Cuáles son los defectos de tu vida amorosa?»

Así es como Dios ha venido usando este texto en mi vida en las semanas recientes, y me entusiasma compartir contigo algo de lo que el Señor me ha estado diciendo a través de estas muchas esplendorosas características del amor.

El amor es muy activo. No es pasivo. Estos son verbos activos. Por ejemplo, el amor no solo se siente paciente, sino que Pablo enfatiza que el amor practica la paciencia, activamente y agresivamente. Pablo está diciendo que el amor no solo incluye sentimientos de bondad, sino que el amor, de hecho, lleva a cabo actos bondadosos.

Al leer este pasaje y al leer estas características, vamos a ver que Pablo está pintando una imagen. Es una imagen del amor, eso es evidente en el pasaje. Pero, ¿sabes qué más?

La imagen que Pablo está pintando es una imagen de Jesús. Es como si Jesús estuviera sentado allí mientras se pinta este retrato del amor. Vemos que estas características lo describen. Si queremos tener este tipo de amor, debemos dejar que Jesús llene nuestras vidas.

Tenemos que estar dispuestos a ser vaciados de nosotros mismos, porque de manera natural cada uno de nosotros nace egoísta. Pero cuando Jesús entra y llena nuestros corazones con Su amor, entonces nos encontramos con que somos capaces de amar de esa misma manera altruista, sacrificial, y servicial como Él amaba.

Extracto de Podcast 14/ 02 «Cómo hacer rebosar tu amor»

Acerca del Autor

Aviva Nuestros Corazones
+ posts