Dentro de la carpa de reunión, el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como cuando alguien habla con un amigo…El Señor contestó a Moisés: “Ciertamente haré lo que me pides, porque te miro con agrado y te conozco por tu nombre.” Ëxodo 33.11,17

Moisés y Dios eran amigos. ¿Has pensado alguna vez en tu relación con Dios como una amistad? ¿Cuáles eran los elementos de esa amistad entre Dios y Moisés?

Está claro que el primer elemento era la determinación. Moisés era un hombre muy ocupado, pero estaba determinado a pasar tiempo con Dios (Ex 33:7-11). Dios cuidaba de su siervo Moisés, porque le había dado la enorme tarea de llevar a una nación entera de un país a otro. Por su parte, Moisés sabía que era imposible llevar a cabo la tarea de guiar al pueblo de Dios sin la guía constante del Señor.

En Segundo lugar, Moisés no excluía a otras personas de su amistad con Dios. “Moisés tenía la costumbre de armar la carpa de reunión a a cierta distancia del campamento y toda persona que quería hacer alguna petición al Señor iba a la carpa de reunión que estaba fuera del campamento (Ex. 33:7). Moisés sabía que él no era el único a quien Dios le podía hablar y él quería que otras personas también pudieran tener amistad con Dios.

En tercer lugar, la frase cara a cara nos da un sentido de comunión, honestidad y deleite. Moisés no tenía miedo de pedirle a Dios lo que quería. El hablaba con sinceridad, expresaba sus verdaderas necesidades, y esperaba que Dios le respondiera.

Tenemos que sustentar nuestra relación con Dios! A Medida que nos encontremos con él cara a cara en forma regular, él llenará nuestras idas más allá de lo que podemos imaginar, y de esa bendición nuestras amistades terrenales van a florecer.

Quisieras tener más amistades? Comienza con Dios y él te mostrará cómo ser un buen amigo o amiga de otras personas.

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J. Briscoe
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