Hechos 12:6-8 relata lo que Pedro vivió en aquella apestosa, oscura y húmeda celda de Jerusalén. Dos soldados cuidaban la puerta, y otros dos estaban encadenados a Pedro, esperando recibir la orden para ejecutarlo.

En medio de esa situación, Pedro bostezó y dijo: “Bueno… ya es tarde, mejor me voy a dormir, mañana será otro día» ¡Y así lo hizo!

La Biblia dice que estaba TAN profundamente dormido, que:

El ángel le dio: 1) PALMADAS EN EL COSTADO para despertarlo.

El ángel le dijo: 2) ¡LEVANTATE! ¡¡Dale, arriba!! ¡¡Vamos Pedrito, rápido!!

3) ¡VESTITE! (seguramente estaba durmiendo en paños menores)

4) PONETE LAS ZAPATILLAS (estaba descalzo) 

5) ¡¡AGARRÁ LA CAMPERA, abrigate que afuera hace frío!!

¡No hay duda que Pedro se había preparado para dormir, y descansar muy cómodamente!

¡Es increíble! ¿Cómo puede ser que una persona, sabiendo que en cualquier momento la van a matar, duerma como un bebé? Es una locura, o… ¡una absoluta DEPENDENCIA del Señor!

DEPENDENCIA significa vivir unido, conectado, enlazado, atado, adherido y rendido a Dios.

Una cosa es hablar de la DEPENDENCIA total del Señor, y otra cosa muy diferente es vivir DEPENDIENDO de Dios, sabiendo que TODAS las cosas están en sus manos, que TODO está bajo su cuidado y control.

¡Qué ejemplo extraordinario, descansar en los brazos del Padre Celestial! Seguramente Pedro pensó: ¿por qué me voy a preocupar, si mi vida está en las manos de Dios? 1 Pedro 5:7 dice: “Sacate de encima todo lo que te preocupa, todo lo que te angustia porque Él nos cuida”.

El Señor PUEDE iluminar la cárcel (situación) más oscura y PUEDE soltarnos de todo aquello (problemas) que nos encadena para que podamos descansar plenamente el Él.

¡Abrazo grande!

Acerca del Autor

Ricky Bisio
+ posts