«Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza.»
Jeremías 17:7
Algo para aprender completa e incondicionalmente
¿Has aprendido a confiar completa e incondicionalmente en el Señor? ¿Qué te lo impide? ¿Las decepciones; la amargura; algo que has ido construyendo durante el tiempo pero no resultó; que quienes te rodean te defraudan; el desánimo? Nada de esto debería destruirte, mas bien te animo a pensar en:
- Lo que es DIOS para mí: “MI DIOS” (Todopoderoso, Altísimo, Sublime). Salmos 3:3 y 4: «Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió…”
- Él es el que te librará. Te proveerá para tu andar.
Salmos 18:30: “El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable.”
“Escudo es Dios a los que en él se refugian.” (NVI). - Él puede derrumbar, cada día más y más todo el apoyo terrenal en el que muchas veces descansamos, busca solo a Jesús y solo a Él.
Como dice Hebreos 12:2: “Puestos los ojos en Jesús”.
Después que pienses en el carácter de Dios, en lo que Él es para cada uno, en su providencia, y en lo que Él hace en cada vida, podremos decir junto al salmista con firmeza:
“Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios en quien confiaré” (Salmos 91:2)
Dios les bendiga grandemente.