FELICES LOS HUMANOS QUE…
Se reconocen a sí mismos » IMAGEN DE DIOS».
Disfrutan cada día como un regalo.
Trabajan con alegría para ganar el pan.
Aceptan el sufrimiento y aprenden de él.
Cultivan la amistad como un don sagrado.
No se dejan atrapar por » el consumo».
Le hacen caso a Dios y no a la propaganda.
Se declaran » peregrinos sobre la tierra».
Cuidan su cuerpo porque Dios lo habita.
Huelen la menta, silban con el hornero, contemplan a la hormiga.
Practican la generosidad.
Improvisan nuevos cánticos.
Saben decir » NO SE» y cuando se van investigan.
Leen La Biblia.
Leen el diario.
Leen el cuaderno del hijo sentados a su lado.
Leen las viejas cartas con nostalgia.
Leen, siempre leen.
Piden perdón y perdonan.
Se sientan a dialogar con el anciano.
Juegan con los niños como uno más.
No se achican, tampoco se agrandan.
No le temen al » qué dirán».
Usan bufanda los días grises.
Se divierten corriendo bajo la lluvia.
Andan descalzos en el mosaico frío.
Hacen » fondo blanco» con un vaso de leche.
Aman al Pueblo de Dios.
Meditan en La Cruz de Cristo y la predican.
Llaman cariñosamente a Dios » Mi Padre».