Castillo Fuerte es Nuestro Dios

Hoy conoceremos más de este Himno que nos bendice cuando estamos débiles, recordando que Dios es nuestro escudo y fortaleza.

Suele ser habitual que la congregación cante uno de los himnos compuestos por Martín Lutero en las conmemoraciones del Día de la Reforma que se realizan por todo el mundo. Se trata de «Castillo Fuerte es Nuestro Dios», una melodiosa marcha de cuatro estrofas que se hizo muy popular entre la gente del siglo XVI.

Lutero, desde niño, fue un apasionado de la música, tocaba el laúd y solía apartar tiempo cada día para interpretar melodías con este instrumento de cuerda y cantar. Ya como monje franciscano, Lutero no abandonó su gusto por la música. Se declara admirador de los textos de los salmos, algo que luego se verá reflejado en sus composiciones. Él dijo que la música era un “don y una gracia de Dios y esto podía hacer
huir a Satanás y hacer que el hombre olvidara todo enojo”.

Sus canciones fueron más populares que sus escritos en los primeros pasos de la Reforma. La intención de Lutero era que los himnos sirvieran para que las personas pudiesen alabar juntas a Dios en su propia lengua, ya que en aquella época la parte del canto se reservaba a los clérigos y solía interpretarse en latín.

En su vida, Lutero compuso 37 himnos, de los cuales el más conocido es “Castillo Fuerte es Nuestro Dios”. El himno está basado inicialmente en el Salmo 46. Su mensaje de seguridad en Dios ante el acoso del enemigo hizo que fuese muy utilizado en las guerras de religión que sucedieron a la Reforma.

Cuando más lo inquietaban las luchas espirituales, Martín Lutero acudía a este salmo, una de sus porciones favoritas de las Escrituras. Las palabras del Salmo 46 se convirtieron en su fuente de ayuda y aliento diario, Lutero fue tan alentado por estas palabras que escribió un himno basado en ese texto, también adaptó
para esas líneas una melodía conocida y estas verdades musicales se convirtieron en el gran lema del pueblo alemán.

  «Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones
Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; aunque bramen y se agiten sus aguas. aunque bramen y se agiten bsus aguas,
aunque tiemblen los montes con creciente enojo.»  
Salmo 46: 1-3

Fuente: canal de Youtube Ie365

 

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