Hoy toca en el día Sábado, un día de desesperanza, cuando el Señor en quien confiaban sus discípulos estaba muerto, y todavía ellos no entendían bien lo que iba a ocurrir.

La ausencia de Cristo desolaba los corazones en ese día…su resurrección impulsa y agranda nuestra fe. Su presencia en nosotros le da el sentido a todo.

«Si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana también es nuestra fe…»

Deluttri nos estimula a tener un tiempo de recogimiento y agradecimiento a Nuestro Señor que salió victorioso de la muerte.

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Salvador Dellutri
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