“ES DE OTRO PLANETA” es una expresión que solemos utilizar para referirnos a un jugador de fútbol, a un músico, deportista, artista o a un profesional, la cual significa: asombrosamente extraordinario, tan fenomenal, tan excelente en lo que hace que provoca admiración; es totalmente diferente de lo que predomina en el mundo.
Hace casi 2000 años, La Biblia ya utilizó la expresión “ES DE OTRO PLANETA” para referirse al único, extraordinario y asombroso AMOR de Dios.
Nuestro amor y sentimientos hacia alguien dependen de que ese alguien se comporte como esperamos, queremos que el otro nos haga feliz, que el amor sea mutuo, recíproco y que haya un ida y vuelta.
En cambio, el amor de Dios es unilateral, es de un solo lado, de Dios hacia nosotros; aun cuando los seres humanos le dábamos la espalda, fue Él quien nos amó y buscó primero.
Es un amor incondicional, que no solo ama a los buenos, a los correctos, a los religiosos, a los que no le hacen mal a nadie, sino también a los que consideramos imposibles de amar, aquellos a los que jamás invitaríamos a nuestra casa.
Todos hacemos cosas que le desagradan a Dios, y como Él es puro, limpio, sin mancha, no puede tener relación con nosotros, nuestro pecado es lo que nos separa de Dios y nos condena eternamente.
¿Qué hay que hacer para tener una relación personal con Dios? Tenemos que creer que Jesús, el Hijo de Dios, murió en la Cruz para limpiar con su sangre los pecados de nuestro corazón, y creer que al tercer día resucitó. Esto es lo que se recuerda en Pascua, la muerte y resurrección de Jesucristo.
Y como Él está vivo, debemos pedirle que perdone nuestros pecados e invitarlo a vivir en nuestro corazón para que él tome el control de nuestra vida.
Que esta Pascua, sea una celebración en la cual puedas experimentar en tu vida, el gran amor de Dios, ¡¡ese amor que es de otro planeta!!
Juan 3:16 dice que Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
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