El ministerio de la Iglesia en la calle tiene la visión de alcanzar con el evangelio a personas que viven en la calle, supliendo también algunas de sus necesidades básicas.

Actualmente la actividad se realiza todos los domingos de 16.45 a 18 hs en la calle Entre Ríos al 200, casi esquina Chacabuco; inicia con un tiempo de alabanza, luego un mensaje de 15 minutos, y seguido se comparte una merienda. Hay alrededor de diez personas que son las “estables”, otras que asisten no con tanta regularidad y muchos que se acercan un sólo día.

Es hermoso ver cómo el grupo se ha consolidado, cambiando conductas, y se ha formado una “gran familia”. Celebramos cumpleaños, navidades y fechas importantes, motivos que los convocan cada domingo. Allí se sienten queridos, protegidos, escuchados. Al principio, cuando se organizaban las reuniones de la iglesia en la calle venían algunos alcoholizados, fumando, algunas veces discutían entre ellos….y en la actualidad ellos son los que cuidan el orden, el vocabulario, colaboran sirviendo la merienda y dejando el lugar ordenado. El equipo de trabajo está integrado por 8 personas de distintas congregaciones, entre ellas la nuestra, de la cual asisten Adriana Robledo y Silvina de Cejas. Desde el equipo necesitamos de sus oraciones y nos gusta mucho que nos visiten.

También pueden venir algún domingo a compartir un mensaje o un número musical (previo acuerdo). La Fundación Gracia, a través del Banco de Alimentos recibe la merienda que compartimos, a veces es abundante y otras no tanto, pero El Señor siempre suple nuestras necesidades. Lo que más cuesta conseguir (y nos solicitan mucho) es calzado, sobre todo zapatillas en buen estado.

El número de asistentes es muy fluctuante, entre 20 o 30, y otras veces llegamos a 50 o más. No se suspende por lluvia (en ese caso nos protegemos bajo un techo que hay a la entrada de un edificio). Sólo suspendemos los encuentros en los meses de enero y parte de febrero.

Nunca sabemos qué sucederá cada domingo, porque al estar en la calle, se presentan personas, situaciones, y necesidades variadas; pero lo que sí sabemos es que siempre salimos bendecidos y recibimos muchísimo más de lo que damos!!! “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.”

Acerca del Autor

Silvina sabez
Silvina S.
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