Sábado 2 de octubre, ICE Viedma, Río Negro

 

En un día con un tremendo viento, lluvia y frío… Igualmente pudimos estar haciendo aquello a lo que el Señor nos ha llamado.

No pudimos hacer todo lo planificado, pero el Señor nos fue guiando en lo que Él quería que hiciéramos.

En medio del clima tan adverso y con tan pocas personas en las calles, nos preguntábamos con el equipo de trabajo «¿por qué razón el Señor nos sigue trayendo a esta ciudad?» Y por la noche en la reunión casera, nos llegó la respuesta del Señor. Tuvimos la visita de tres personas (Marita, Milagros y María), con las que ya veníamos teniendo contacto, que durante la reunión nos abrieron sus corazones y comenzaron a contar la realidad que vivía cada una.

Créanme cuando les digo que quedamos estupefactos al ver en primera persona la obra destructora y miserable que Satanás realiza en aquellos que no conocen al Señor. Yo en lo personal me sentí estremecido, con un profundo dolor e incapaz de poder hacer algo más por esta almas… Aunque soy consciente de que el hecho de mostrarles que el amor y la obra de Cristo es lo mejor, en ese momento uno se siente limitado frente a tanta necesidad. Llegué a sentirme por momentos, en medio de los relatos, como en una película de terror, del más crudo y obsceno que te puedas imaginar. Compartimos con ellas, oramos con y por ellas; pero la realidad es que mientras nosotros en unas horas más volveríamos a nuestros hogares, ellas regresarían a la misma miseria de todos los días, a enfrentar las mismas luchas y revivir una y otra vez los mismos dolores.

Recuerdan que al inicio del día me preguntaba, ¿por qué seguir regresando a esta ciudad? Solo quería una respuesta, pero el Señor me dio tres, y muy contundentes. Fui golpeado en la cara, la realidad de la obra del diablo me estampó un cachetazo terrible; pero fui desafiado, como hacía mucho no lo era, a seguir adelante con la tarea.

Hoy siento que una capa de insensibilidad fue removida de mi corazón. ¡¡Gracias Dios mío, por haberme hecho vivir esta experiencia!!

Acerca del Autor

Fabián L.
+ posts

Misionero en Viedma.

Río Negro - Argentina