«Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti.» Salmo 55:22

Cuando mis hijas eran chiquitas y salían de la escuela, beso de por medio, le decían a su mamá: «tomá má» y automáticamente, se sacaban de sus pequeños hombros la cargada y pesada MOCHILA y se la daban a su mamá. Nunca dijeron: «Pobre mami, está haciendo mucha fuerza, ¿podrá cargarla?» «Estoy preocupada por ella, no sé si será capaz de llevarla» «Me genera mucha ansiedad no saber si mamá llegará a destino…»

Ellas simplemente se sacaban la MOCHILA de encima, se la daban a su mamá ¡y listo! ¡Se olvidaban del tema!

¿Qué son las cargas de la vida? Es todo aquello que nos hace perder la paz, todo lo que nos hace sufrir, que nos roba el descanso, todo lo que no se puede vencer o controlar (alguna enfermedad, heridas del pasado y del presente, temor, frustración, traición, deudas, falta de perdón, etc).

Pero qué alentador es saber que hoy nuestro querido Papá nos dice: ¡Dale! ¡Sacate la MOCHILA que te cansa, te agobia, te desgasta mentalmente y damela a mí… yo me encargo, no te preocupes más, ninguna carga es pesada para mí!

Si hoy queremos vivir aliviados y sin peso ¡entreguémosle la MOCHILA a nuestro querido Papá!

¡Abrazo grande!

Heidi y Riki.-