Hace ya un año que cruzo esa puerta viendo y experimentando la misma respuesta: SOBERANÍA Y AMOR DE DIOS.

Nuestra vida en la tierra pasa como un soplo. Los humanos ponemos todo nuestro esfuerzo por obtener un lugar en el lugar equivocado… Sin esperanza nos aterra esa línea entre vivir y morir porque podemos «dejar de existir» o «dejar de ser amados», ser olvidados…

Dios puso eternidad en el corazón del hombre, fuimos creados para vivir para siempre a su lado. Pero el pecado dio lugar a la muerte, a la muerte espiritual: estar separados de Dios. Él no iba a permitir que eso quedara así: la respuesta es Jesús. Tomó nuestro lugar, pagó el precio para que por medio de creer en Él, en su muerte y su resurrección, tengamos un lugar eterno, un lugar junto a Dios por la eternidad. Un lugar donde somos amados y nunca dejamos de serlo.

De repente todo toma otro color. La muerte se transforma en vida. El dolor en paz. La tristeza en esperanza.

Segundos, minutos, horas, que valen la oportunidad de encontrarnos con el amor de Papá y entregarle nuestras vidas. (Todos los días, fuera o dentro de una terapia intensiva).

Lo que veo todos los días en esas salas, excede a cualquier lógica humana o explicación.

¡Dios es increíble! ♥️

Acerca del Autor

Denise Lazzuri
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