Llegó este tiempo de manera imprevista, inesperado y nos causó una gran conmoción. Como reza el dicho popular: “se nos movió el piso”. Han pasado bastantes días y estamos recuperando de a poco la calma, nos vamos acomodando  y también nuestras mentes pueden estar más predispuestas a pensar, a razonar, a meditar.

Imagino verlas con sus hijos, no sólo realizando lo que siempre hicieron en sus casas sino que, además se ha sumado el ser la “seño” con sus propios hijos y en la ¡casa!

Es en este aspecto que quiero detenerme: Mamá, no desperdicies este tiempo que Dios ha permitido. No hay duda. Él lo ha designado. La Palaba de Dios designa a este tiempo, como “tiempos peligrosos, días malos”. Pero Dios que es misericordioso la permitido el poder tener a nuestros hijos en casa.

Para recordar más fácilmente lo que este tiempo representa he utilizado unos términos que empiezan con la letra U.

UNIVERSAL, afecta a todo el planeta;

ÚNICO, algo singular, resulta ser uno y solo;

URGENTE esta situación no será permanente, pasará, De allí la urgencia para actuar;

Y ÚTIL, debe producir un provecho , servicio o beneficio.

Los cambios que en política educativa y de pensamiento se centraban en arrebatarnos a nuestros hijos lo más pronto posible y permítanme la expresión “adoctrinarlos” desde las escuelas con una ideología totalmente opuesta a los principios que el Señor nos dejó en Su Palabra. Infundir en ellos la total rebeldía a la obediencia y reconocimiento a Dios, a la destrucción del hogar, integrado por un papá, una mamá y los hijos.  Y cuánto más podríamos enumerar.  Pero quiero que pienses y te preguntes:  ¿No será que Dios me permite tener a mis hijos en casa para que  en este tiempo pueda plasmar en ellos las verdades que nunca, nunca se olvidarán? (lee Prov. 22:6).

Mamá , el  tiempo, aunque sea universal, es único. Quizá no se va a repetir, por eso demanda urgencia y también debe ser útil. Es decir, cumplir un fin, un propósito. Te sugiero de corazón, priorizá en tu ritmo diario, el tiempo con tus hijos de calidad. Demostrale con tu vida que amás al Señor, que les amás a ellos. Dedicale tiempo para leerles la Biblia. ¡Cuántas historias! Reflexioná con ellos del amor de Dios, del poder de Dios, de la Santidad de Dios, del gran Amigo para los niños, del Oportuno Socorro en tiempo de miedo o temor.

Sé de muchas mamás que están ocupadas en esta loable tarea con sus niños. El Señor ha de recompensar ampliamente.

¿Por qué pienso que es urgente y debe ser útil?

Hay dos ejemplos que te sugiero consideres:

  1. A) la actitud y acción de Jocabed, la mamá de Moisés y
  2. B) la oportunidad y el tiempo acotado de Ana para instruir a Samuelito.

Considera estos ejemplos, toma nota de las acciones llevadas a cabo por estas madres. ¿Qué aspectos sobresalen de cada una de ellas? ¿Qué podrías imitar? ¿Qué cambios debes hacer en tu vida para poder influenciar en la vida tus hijos para la gloria de Dios?

Recuerda el tiempo es universal, único, urgente y útil.

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Adela R.
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