Reconociendo a quienes nos presiden y nos presidieron

Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra (1ª Tes. 5:12/13).

En su gracia y soberanía Dios ha repartido entre los miembros de nuestra querida iglesia en calle Rincón, dones y talentos que son ejercidos para edificación y testimonio. Hay quienes por su madurez espiritual, experiencia y sabiduría son dignos de respeto y autoridad. Otros con capacidad para enseñar la Palabra. Otros con el don de evangelistas, para dar a conocer con claridad el plan de salvación. Otros que tienen más facilidad para guiar, sostener, alentar, ponerse al lado del más débil y animarlo. Otros que son aptos para controlar, organizar, administrar. En fin, cada uno desde su lugar trabaja con amor, constituyendo un grupo armónico y comprometido con el desarrollo de la Obra. Ellos son los líderes de la Iglesia, quienes de alguna manera definen lo que la Iglesia es: su vida, estilo, doctrina,  impacto hacia afuera, etc. Por ello es de suma importancia que nosotros como integrantes de la congregación, los reconozcamos y los acompañemos con nuestro apoyo y oración.

Es así que por este medio quisiéramos sugerirles algunos motivos (a los que se podrán agregar otros según el Espíritu Santo guíe a cada uno) a fin de que unánimes podamos elevar al cielo nuestros ruegos, peticiones y acciones de gracias.

  • Por los nuevos ancianos Walter y Fernando, para que sientan la guía y la fortaleza de lo Alto para cumplir sus funciones con sabiduría y convicción, conformando junto con Gustavo y Daniel un cuerpo orgánico, todos bajo la autoridad suprema de nuestro Señor Jesucristo, el Pastor de los pastores.
  • Por Pepe, quien ejerció el ancianato por varios períodos y que en este momento se ve impedido por razones de salud. Sabemos de su corazón consagrado a Dios, de su amor hacia los hermanos y de su vida intachable de fe, dependencia, gozo, y fortaleza en medio de las adversidades. Clamemos para que en este tiempo de enfermedad pueda sentir la mano tierna del Señor puesta sobre él para aliviarlo, fortalecerlo y sanarlo en Su buena voluntad.
  • Por Rolo, ex anciano quien por 25 años ocupó ese lugar, pero antes, después y siempre estuvo dedicado junto con su esposa Isabel al servicio a Dios, tanto en las diferentes áreas a las cuales impulsó con entusiasmo.

Al cumplir el 24 de noviembre 80 años de edad, hacemos mención especial a su trabajo incansable e incondicional, su predisposición a colaborar, su constante participación en las actividades, su apoyo al trabajo misionero, su hospitalidad, su buen humor y por sobre todo su fidelidad a Dios. Demos gracias por su vida y que su ejemplo nos desafíe a seguir ese camino de servicio.

  • Por todos los que desde su posición usan sus dones para hacer posible que la obra del Señor en calle Rincón siga adelante como un testimonio fiel por más de 80 años. ¡QUE LA GLORIA SEA PARA ÉL!

Acerca del Autor

+ posts