Con mucho gozo compartimos esta breve reseña del 41° Aniversario de nuestro centro.

Podemos decir que el Señor ha sido bueno y ha mostrado su fidelidad en estos años de labor ininterrumpida.

Hace varios años que hacemos un doble festejo aniversario, uno es exclusivo para las misioneras y se realiza el día viernes y el otro es el festejo central para todas las hermanas que deseen asistir que se realiza el día sábado. El viernes 01 de noviembre agasajamos a las misioneras con un rico té-cena y algunos regalos.

La tarde del sábado 02 de noviembre tuvimos la reunión central donde se celebró el aniversario propiamente dicho. Tuvimos un hermoso tiempo de alabanza, seguido por el mensaje de la Palabra a cargo de la hermana misionera Patricia de Valtorta, quien está  trabajando actualmente junto a su familia, en la Provincia de Corrientes.  Inició su mensaje con la pregunta: ¿Qué sale de mí? Y valiéndose del ejemplo de vida de José, nos llevó a reflexionar que según lo que haya dentro mi ser es lo que saldrá a la luz ante las circunstancias adversas, las presiones familiares, sociales, y diversas situaciones que me hacen vulnerable. Fuimos desafiadas a tener principios firmes en nuestra vida personal y en nuestra familia como los tuvo José y también Josué, quien declaró: “Pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Jo. 24:15). También se nos instó a mantener una vida pura, a hacer lo correcto a pesar de las circunstancias y a tener como ejemplo máximo a nuestro Señor.

Ese día también pudimos conocer a través de una entrevista a la misionera Liliana de Ramírez, quien junto a su esposo e hijos están trabajando en la zona del Chaco Salteño. Liliana e Hilario Ramírez junto a sus hijos son una de las cuatro familias que se han ingresado este año a nuestro centro, el cual actualmente provee para 44 familias misioneras. ¡Un verdadero desafío! Pero sabemos que nuestro Señor nos acompaña y provee para cada necesidad.

Es un tiempo especial de compartir, de orar, de fortalecer y estrechar lazos. Para muchas de ellas, este es el único momento del año donde se ven y fraternizan con otras misioneras del centro.

En este tiempo de camaradería ellas nos dan motivos por los cuales orar, nos cuentan sus experiencias en el campo de labor; nos cuentan lo que les alegra, lo que les preocupa, sus luchas y victorias. 

Luego de la reunión pudimos compartir un tiempo de camaradería y degustar la rica torta del festejo.

Sin duda, fue un tiempo de regocijo, de reencontrarse con hermanas de distintas congregaciones tanto de Córdoba como de otras provincias. Como siempre, fue  un regalo del Señor para cada una de las que asistimos.

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